M. Á. MONTERO / Santa Cruz de Tenerife
Casi
25 canarios emigraron diariamente entre el 1 de enero de 2011 y el
pasado 1 de abril. Durante las 456 jornadas que mediaron entre ambos
días, fueron más de 11.000 los ciudadanos que dejaron las Islas.
Casi
25 canarios emigraron diariamente entre el 1 de enero de 2011 y el
pasado 1 de abril. Durante las 456 jornadas que mediaron entre ambos
días, fueron más de 11.000 los ciudadanos que dejaron las Islas.
Una
de las consecuencias de la crisis socioeconómica que atraviesa el
Archipiélago es el incremento del número de personas que deciden
abandonar la región. Este aumento es especialmente significativo en el
caso de los jóvenes, para quienes las oportunidades de encontrar un
empleo se han reducido sobremanera (no en vano Canarias está entre los
territorios europeos con mayores tasas de paro juvenil). Los datos del
Censo de Españoles Residentes en el Extranjero, o Censo de Españoles
Residentes Ausentes (CERA), ayudan a comprender esta situación.
A
principios de 2011, eran 98.930 los isleños que residían fuera de
España. El pasado 1 de abril, hasta donde llega la información del CERA,
eran ya 110.159. De modo que 11.229 ciudadanos dejaron la comunidad
autónoma entre ambos días, es decir, alrededor de 25 en cada una de las
456 jornadas que transcurrieron. Sin embargo, el origen de este problema
no está en 2011, sino en octubre de 2007, mes en que tuvo lugar el
estallido de la crisis.
Había
entonces, justamente el 1 de octubre de aquel año, 70.162 canarios no
establecidos ni en las Islas ni en el resto del país. En consecuencia,
fueron cerca de 40.000 más (exactamente 39.997) quienes hicieron lo
propio hasta el 1 de abril de 2012, cuando los emigrados eran ya los
susodichos 110.159. Para contextualizar estas cifras basta con comparar
períodos iguales, esto es, 2004-2008 con 2008-2012, dos espacios de
tiempo que pueden calificarse de «precrisis» y de «crisis», con la
excepción de los últimos tres meses de 2007, los cuales, no obstante, no
son relevantes, habida cuenta de que la dureza del porvenir apenas se
intuía.
El
1 de enero de 2004, los emigrados isleños «solo» eran 57.488. Cuatro
años después, el mismo día de 2008, eran 72.001. El incremento fue de
14.513 personas. Por tanto, 14.513 personas abandonaron el Archipiélago
durante los últimos cuatro años de bonanza. Esta cantidad casi se
multiplicaría por tres en el siguiente cuatrienio, el de las
estrecheces. Entre el 1 de enero de 2008 y el 1 de enero de 2012, el
aumento fue de 37.429 individuos, de un 158%, más del doble.
También
el análisis del crecimiento interanual del número de residentes en el
extranjero ayuda a entender mejor el problema que padece la región. Un
número que no deja de aumentar conforme a lo que echa raíces la crisis.
De hecho, a comienzos de 2008 eran 72.001 los ciudadanos que habían
decidido hacer las maletas, 5.679 más que en 2007. En enero de 2009, el
incremento respecto de 2008 fue de 6.582 personas; y en 2010 fue de
7.816 en relación con 2009. Con todo, ha sido en los dos últimos años
cuando el crecimiento interanual ha superado las 10.000 personas. De
2010 a 2011 ascendió a 12.531 y de 2011 a 2012, a 10.500. Entre enero y
abril de este año fueron otros 729 los canarios que marcharon hacia otros países.
